La noche del pasado sábado 11 de mayo fue muy calurosa en el lunario del Auditorio Nacional, pero eso no impidió que los fanáticos del roack playero cantaran canciones del primer amor, además de vivir un viaje audiovisual en 3D de los 80 lleno de colores; una noche donde brincamos y cantamos para sudar hasta la última célula de la piel, coreando las rolas de Los Blenders.
Una vez dentro, ofrecían a los espectadores unos lentes que de inmediato transportan a los cines de México en los años 80, ya saben los clásicos cuadradostés blancos con un visor azul y el otro rojo, lo cual te prevenía para un viaje bien locochon.
Todo comenzó con “Amigos” la rola que de ley tiene que sonar y de fondo un letrero en pantallas grandes, con letras rojas que anunciaban: Los Blenders en 3D ochentero; la banda se prendió, como un buen hot rod que va de 0 a 100 en 0.1 segundos, todas las gargantas se juntaron para cantar con Alejandro Archundia (vocales y guitarra), el coro de “Amigos”, convirtiéndose así el lunario en una misma voz; viéndose rebasado Alejandro por la enjundia de todo su público, permitió corear libremente a la fanaticada, dando paso así a un estupendo tokin lleno de energía sonrisas y sudor.
Todos coreamos canciones como TJTQ, yo soy punk y por supuesto “Chavos Bien”; al mismo tiempo viendo imágenes locas, que bien podríamos a ver visto si estuviéramos en puerto Vallarta, saliendo de ver Avengers Endgame con un buen porro encima, pues en las pantallas del lunario, se podía apreciar la playa en technicolor combinadas con imágenes de súper héroes como Wolverine y baby Groot.
Así la noche fue avanzando, y el slam no se hizo esperar, de lejos se podía ver las siluetas de la chaviza que, se hacía cargar por el mar del público que sudaba a mas no poder, convirtiendo el ambiente en un clima casi tropical donde se sentía la humedad, calorcito y de fondo los “Caminos del rock”.
Foto Jorge Martínez
Dándose 5 minutos para tomar un respiro (y creo que unos buenos tragos de agua), Los Blendes regresaron al encorecon “Meta y dinero” y después “Amor prohibido pt II” retumbo las paredes del lunario al corear el inicio tranquilo de la rola y finalmente todo se descontrolo.
Una gran noche en el lunario de CDMX donde Los Blenders además de llevarnos por todos sus discos, así como sus mejores rolas, dieron un viajesote lleno de coloridas imágenes playeras; una noche donde el público brincando y sudando dieron a la velada un clima tropical.
Por Jorge Martínez