Pasaban las 10:00 p.m. cuando se escucharon los acordes de “Bad Decisions” y entonces el Foro Sol casi a su capacidad máxima rugió a través de sus fans -que son pocos, pero locos-, para corear la canción en tan esperada noche.
Y es que desde días antes, es más, desde la presentación de The Strokes en Pal´Norte el pasado 2 de abril, ya en los grupos de fans de los neoyorquinos se estaban acumulando las especulaciones al respecto de cómo aparecería Julian en el escenario, qué setlist presentarían y en general, cómo iba a ser la noche.
Así que la fecha llegó y el fandom de los Strokes se dio cita desde antes de las 4:00 p.m. para ocupar el mejor lugar en General A o B y poder tener una perspectiva más cool del concierto. Un fandom además muy educado, que portaba cubrebocas al llegar al recinto y que se mostró muy ordenado.
Luego de “Bad Decisions”, que suena una vigorosa “Juicebox” con todos los fans queriendo hacer un socavón en el Foro Sol de tan fuertes que se sentían sus brincos, incluso las gradas vibraban y se sentía hasta ese momento, muy extasiado el ambiente.
Más adelante, sonaron “Eternal Summer” y “New York City Cops” para que luego Julian dijera “No hay tiempo para lágrimas”, supongo que refiriéndose a las lágrimas que provocaron sus tres presentaciones anteriores en México: Corona Capital 2011 y 2019 y Pal´ Norte 2022, festivales en los que no precisamente se le vio muy sobrio y en los que quedó a deber muchísimo.
Ya en Pal´ Norte se habría quejado que en su camerino se escuchaba muy fuerte la música del “DJ”, haciendo referencia a Martin Garrix que había estado antes que ellos en el escenario Tecate Light y para esta ocasión los decibeles también le parecían pocos, pues en todo momento decía cual sonidero “Strike It Up”, pero era muy normal, pues hasta ese momento, sus fans continuaban con toda la energía.
“Te amo, México, eres la mejor cosa cool” dijo el chico que en video de “The Adults are Talking” porta el jersey marcado con el número 77 y con su apellido: Casablancas, a quien se le notaba con una evidente química, intercambiando palabras con Albert Hammond Jr., quien por cierto “se rifó con los riffs” durante todo el concierto.
Ya más avanzado el show, los fans no se creyeron que los Strokes durarían más de hora y media en el escenario o tal vez se aburrieron, porque comenzaron a verse huecos en General B y en las gradas, al tiempo que se veía cómo los asistentes iban desalojando el lugar.
Las apuestas de los fans versaban no solo con respecto al setlist, sino a la duración del concierto y al estado del frontman de la banda, que sí que pone tensa a la banda cuando se trepa intoxicado al escenario.
Luego de las 16 rolas que habían interpretado en alrededor de hora y media, The Strokes desaparecieron de escena para que sus fanáticos les gritaran que querían más, así que volvieron a apoderarse del escenario y tocaron cuatro canciones más en el encore: “At the Door”, “You Only Live Once”, “Between Love & Hate” y se despidieron con “Take it or Leave it”, quedando a deber una vez más “Last Nite”, que en sus más recientes presentaciones en otros países sí han interpretado y que en México nomás no aparece por ningún lado, a menos que este fin de semana la toquen en el Corona Capital de Guadalajara.
Hay que destacar que las presentaciones de MacDeMarco y War on Drugs que desde unas horas antes estuvieron prendiendo a la gente que llegó súper temprano al Foro Sol para presenciar un concierto de los Strokes, que si bien no fue empañado por las “tóxicoJulianaventuras” de siempre, no volvió a cumplir con las expectativas de su fanart, al menos no con los de “más atrás” que experimentaron las fallas de audio y antes del encore, el micro del vocalista se vició casi por un minuto.
